Organización de torneos, negociaciones con la TV, gestiones a favor de los clubes frente al Gobierno (por ejemplo, la 1212) y, naturalmente, la defensa de los intereses de Unión en Afa y Superliga, fueron actividades recurrentes durante años en la vida dirigencial de Marcelo Martín. Hoy, por más que ya no represente al club en aquellos máximos estamentos, la experiencia ganada por tantos años de trabajo lo convierte en una voz autorizada. Y aparte, porque se trata de una reserva dirigencial que tiene Unión, momentáneamente al margen y trabajando activamente con su flamante agrupación: Tate campeón.

Desde que se inició la cuarentena y se suspendió el fútbol por la pandemia, se habla de cómo y cuándo será la vuelta de la actividad. El cuándo es algo que nadie puede predecir; el cómo es lo que tiene ocupado y preocupado a muchos. Se habla de varios aspectos, a saber:

* 1) ¿Qué hacer con la Copa de la Superliga y los descensos?

* 2) Si no hay descensos, ¿cómo se “acomodan” los ascensos?

* 3) ¿Cómo se reorganiza un eventual torneo con 26 equipos?

* 4) Hay una idea de llevar otra vez la cantidad de equipos en Primera a 30 al 2022.

Este último punto es el que a muchos sorprende. Ya Boca, de alguna manera, fue uno de los primeros en salir a “marcar la cancha”: su presidente Jorge Ameal fue claro y contundente al señalar que “prefiero un torneo de 20 equipos, a dos ruedas y manteniendo los promedios”.

—¿Qué pensás de todo esto, Marcelo?

—Que tenemos que ser previsibles, por sobre todas las cosas. Si vos querés vender derechos internacionales del fútbol argentino, tenés que mostrar una imagen clara y sostenible en el tiempo. Se llegó por estatuto a un torneo de 22 equipos no por un capricho, sino porque ese número te da para hacer ida y vuelta, para darle vacaciones a los jugadores y para preveer todos los compromisos internacionales. Y dos cosas más: la primera, que es un número de partidos que se ajusta a las pretensiones lógicas de las empresas televisivas; la segunda, que no es lo mismo, para los clubes, dividir por 22 que dividir por 30.

—¿Eso lo decís desde el punto de vista de la presión de los grandes?

—No, no… Los clubes grandes tienen ingresos mucho más importantes que la TV, como los abonos y los sponsors…

—Es cierto. El mismo Ameal dijo que la TV implica entre el 4 y el 6 por ciento de los ingresos de Boca, por ejemplo…

—Claro, es así… Entonces, a mí me parece un desatino que después de haber aprobado en asamblea un plan para bajar de 30 a 22 de manera progresiva, de refrendarlo reglamentariamente, ahora estemos cambiando como si nada… Me parece un verdadero desatino. Es muy difícil vender un producto así.

—¿Por lo imprevisible?

—Así es… Y te lo explico con un ejemplo que parece burdo pero que es explicativo: vos no podés salir a vender helados un día, flan el otro y ensalada de frutas el otro. Creas un marco de imprevisibilidad y de incertidumbre muy grande.

—Aquella vez fue Grondona el que propició el torneo de 30. ¿Y ahora?, ¿hay presiones del Gobierno?

—No creo… Estoy seguro de que el Gobierno no se mete en esto… Te repito que es un desatino. Lo estudiamos durante dos años, sabíamos que era una sangría y lo tratamos de hacer de manera progresiva porque era cierto que había que aguantarse cuatro descensos por año…

—¿Pensás que esta idea va a tener adeptos?

—Los que están peleando el descenso… Esos, seguramente van a votar a favor de esta idea. Pero no creo que a los grandes los favorezca.

—¿Por lo que decís que no es lo mismo repartir por 22 que por 30?

—No, porque los grandes entendieron que el dinero de la TV, por lo que hablamos antes, para ellos es el caramelo o el cigarrillo que van a comprar al kiosco. Ellos entienden que sin un buen reparto del dinero, no se puede jugar el torneo… Para ser más explícito, ellos saben que si no hay un buen ingreso para los clubes chicos, terminan jugando como en Mar del Plata, cada una semana o quince días y se van a terminar aburriendo.

—¿Costó que lo entendieran?

—Sí, pero lo entendieron… Y te digo más: ¿sabés qué le sacamos en Superliga?, que los derechos internacionales se repartan en montos iguales. Me acuerdo que Enrique Sacco me dijo, al final de la reunión, si era consciente de lo que le habíamos sacado a los grandes y que eso no se repite en ninguna parte del mundo. Pero es así: ellos deben entender que si quieren jugar un torneo en serio, deben darnos oxígeno. Y el oxígeno es la TV local y los derechos internacionales.

—Entonces, para vos es algo inviable…

—Un desatino… No puede ser que por un lado se vaya a pedir más dinero y por el otro se aumente la cantidad de equipos. A mí no me entra en la cabeza. Y vender internacionalmente este producto, es una locura.

—Y lo deportivo tampoco cierra…

—No cierra para nada… Mirá, vos tenés que tener en cuenta que todos los años hay algo. O Mundial, o Copa América, o Eliminatorias o lo que sea. Entonces, ¿vas a hacer un torneo de 30 en dos zonas de 15?, ya lo comprobamos y no va, “zonificar” a la Primera es una gran equivocación. Para mí, la cantidad ideal es 22, te dan los números, son 42 fechas en total y discutimos si lo hacemos largo a dos ruedas o dos torneos cortos como era antes.

—¿Y ahora, ¿cómo se puede resolver la situación actual?, ¿qué pensás de dar por terminada la Copa de la Superliga o lo que se está hablando?

—De eso no quiero ni me parece atinado opinar por una sencilla razón: no sabemos cuándo se va a terminar esto de la pandemia. Es una situación muy compleja… Yo me imagino una vuelta al fútbol sin gente en los estadios. Pero es una idea mía, algo que elucubro en función de lo que imagino. Entonces, a partir de esa falta de certeza que hay, es imposible opinar sobre lo que pasará con esta temporada.

—¿Y respecto de Unión?

—Por más que no estoy en el club en este momento como dirigente, mi pensamiento siempre va en consonancia con los intereses de Unión. O por lo menos con lo que yo pienso que es lo mejor, no sólo para el fútbol en general sino para mi club. Muchas de las gestiones que se hicieron y de los acuerdos que se cerraron, fueron conmigo adentro de Afa y Superliga. Así que siempre opino en ese sentido, por más que hoy hay otra gente para que defienda los intereses del club.

Fuente: El Litoral