Jesús fue asaltado el domingo a la madrugada en Gaboto y Estados Unidos de México en la ciudad de Santo Tomé. Uno de los ladrones tomó pasaje en Santa Fe con destino a Santo Tomé y junto a su cómplice lo emboscaron. Lo ahorcaron para inmovilizarlo, le rompieron los meniscos a golpes y le amputaron los dedos de la mano derecha de un machetazo; manejó con los dedos colgados hasta el Samco de la localidad. Quedó en silla de ruedas, debe someterse a dos operaciones: una para recuperar la movilidad de la mano y la otra para poder caminar. Jesús -hoy sin trabajo- contó la verdadera historia en exclusiva por Aire de Santa Fe y destacó el abandono que sufrió por parte de su patrón.
Jesús Tinenberg vive en Santo Tomé, es diabético y aunque es personal de riesgo, su patrón que tiene coches en Sociedad Radio Taxi le pidió que vuelva a trabajar porque necesitaba pagar las cargas sociales. En esas circunstancias lo asaltaron con absoluto salvajismo. ” En Juan de Garay y Roque Sáenz Peña tomo pasaje hasta Santo Tomé. Cuando voy bajando del puente me dijo que me iba a guiar, llegamos a Luján tomamos por Gaboto hasta el final, me dijo que doblara a la izquierda, yo quise acelerar y me agarró del cinturón”, relató Jesús.
Cómo fue el asalto salvaje
Jesús Tinenberg estaba decidido a todo y aceleró el auto pero el ladrón desde atrás comenzó a ahorcarlo, entonces frenó porque ya no podía respirar y allí lo emboscó el segundo delincuente que lo esperaba en el lugar. “El vago de la moto me hace bajar y me pega una piña en el estómago mientras el otro e metió por mi puerta a robar. Luego el que estaba en moto sacó sacó una cuchilla me tira contra el taxi y cuando me quiero levantar me macheteó la mano, me dio una patada en la rodilla, me rompió los meniscos. Me robaron todo y cuando se van… yo manejo con la mano izquierda mientras me sostenía en la otra los dedos sueltos, hasta el Samco de Santo Tomé. Desde allí me trasladaron al Hospital Cullen. Me amputaron los dedos, me los cosieron mal, los sacaron otra vez y me lo volvieron a coser porque quedaron torcidos”, contó con lujo de detalles Jesús por Aire de Santa Fe.
Con su salud deteriorada Jesús decidió abandonar el trabajo como chofer de taxi
Jesús contó que del Cullen se “escapó” y le pidió a su esposa que lo traslade al Sanatorio Garay. desde la explanada del sanatorio privado ubicado sobre calle Rivadavia dio la entrevista exclusiva. “Me armaron los dedos con clavos”, dijo Jesús desde su silla de ruedas. Hoy tiene la mano vendada y aguarda una cirugía prevista para el martes, mientras que le espera una tercera intervención de meniscos para poder recuperar la movilidad. “Desde hoy hay un taxista menso en Santa Fe. No trabajo más, tengo cuatro chicos (9,13,15,19) y ya pasé muchas cosas feas y no da para seguir arriesgando, yo tendría que estar trabajando porque soy de riesgo (diabético) . Este domingo me pidieron que vaya porque si no no me pagaban los aportes”, explicó Jesús refiriéndose a su patrón, dueño de diez autos en Sociedad Radio Taxi. Lo cierto es que el trabajador hoy está sin su ingreso diario e imposibilitado de acceder a cualquier tipo de empleo porque su salud está deteriorada. “Nosotros en familia con mi esposa siempre la peleamos, ella estuvo con cáncer de mama y se curó. Siempre la luchamos de a poquito, yo no le pido ayuda a la gente porque todos necesitamos, le pido ayuda al intendente que me ayude”. “Voy a tener que vender lo poco que tenemos para comer porque no tengo otra cosa”, manifestó la víctima.
Fuente: Aire de Santa Fe