Sebastián Moyano llegó a Unión a mediados del 2019 proveniente de Gimnasia de la Plata y lo hizo para reemplazar al histótico Nereo Fernández. Si bien venía de ser suplente en el Lobo, se sumó al Tate y rápidamente se ganó un lugar como titular y Se convirtió en una pieza importante con buenos rendimientos.

Es por ello, que la dirigencia le renovó el contrato a mediados del 2020, para que siga siendo el arquero titular. Sin embargo, a comienzos del 2022, Gustavo Munúa pidió a Santiago Mele para que compita Moyano. Lo conocía del fútbol uruguayo y por ello pidió que lo sumaran al plantel rojiblanco.

En el arranque de la competencia, Moyano continuó siendo titular en los primeros cinco partidos de la Copa de la Liga. Pero en el cotejo ante Platense sufrió una lesión en la rodilla (rotura de meniscos) por la cual debió ser intervenido quirúrgicamente. Y un mes después, volvió a estar a disposición, pero lo hizo siendo suplente.

A partir de ese momento, Mele se ganó el lugar en el arco y no salió más. Los rendimientos del arquero uruguayo lo pusieron en lo más alto, con actuaciones determinantes. Y a Moyano no le quedó otra opción que sentarse en el banco. Fue titular en algunos partidos, pero cuando Munúa puso en cancha una formación alternativa.

Luego de la lesión que sufrió a principios de marzo, jugó siete partidos, seis de ellos como titular y en el restante ingresó faltando pocos minutos por la expulsión de Mele. Ahora de cara al 2023 y con la chance concreta de que Mele no siga, el arquero mendocino quien lleva atajados 87 partidos en Unión, está ante su gran oportunidad.

Hace pocos días, Unión anunció la renovación del contrato de Moyano, quien se perfila para ser el arquero titular. Si se confirma la salida de Mele, es factible que se busque un arquero. Pero en este caso, sería como alternativa y es que nadie duda de que Moyano tiene todos los boletos para arrancar el 2023 en el arco rojiblanco.

Fuente: UNO Santa Fe