El Tribunal Oral Federal fijó fecha de juicio para juzgar a los nueve procesados que tiene la megacausa que investigó a una banda de narcotraficantes cuyos lideres eran un sargento de la Policía de provincia y un rosarino ligado al empresario Luis Paz. Se trata de Edgardo “Cabezón” Baigoría (47) y Emanuel “Enano” González (32), ambos detenidos desde el 4 de abril del 2018 y sobre quienes pesa haber organizado un engranaje narcocriminal, con base en  Santa Fe y Santo Tomé, y cuyas actividades clandestinas se desarrollaron desde diciembre del 2015 hasta el día de su caída en 2018.

El debate fue fijado para el próximo 31 de octubre en el tribunal de Primera Junta y San Jerónimo y por el mismo, según indicaron fuentes tribunalicias a Aire Digital, pasarán alrededor de 170 testigos. Los mismos declararán ante un tribunal conformado por los jueces José María Escobar Cello (presidente), María Ivón Vella y Luciano Lauría, los cuales analizarán la prueba presentada por el fiscal general, Martín Suárez Faisal.

Por el juicio también serán juzgados un músico santotomesino identificado como Cristian Alberto Mansilla (43)  -sobrino de Baigoría- el misionero Jorge Ramón Correa (41), y un matrimonio del barrio Villa del Parque conformado por Estela María Castillo alias “Mari” (57) y Osvaldo Ramón Salva alias “Viejo” o “Diablo”.

En el debate también estarán en el banquillo de los acusados dos cabos y un sargento del área de Inteligencia de la Gendarmería Nacional acusados de haber favorecido y con animo de lucro a Castillo y Salva. Se trata de Damian “Perro” Sosa (39),  Santiago Armando Alejo (37) y Jorge Ismael Britos alias “Chabón” (38). Todos actualmente detenidos con prisión preventiva.

Por el caso estuvo además procesado un “arbolito” de la peatonal santafesina, el cual fue acusado de haber sido quien aportó dólares estadounidenses a Baigoría para que este último realice operaciones comerciales con organizaciones criminales asentadas en Bolivia y Paraguay que proveían de cocaína y marihuana. Sin embargo, evitó llegar al juicio tras acordar una suspensión de juicio a prueba en el tribunal.

Cuatro casos

Baigoría y González llegan acusados de haber financiado y haber tenido estrecha relación con un total de cuatro hechos vinculados al tráfico de drogas. Uno ocurrió el 12 de diciembre del 2015 en la ruta nacional 11, en jurisdicción de Clorinda (Formosa) y por el mismo resultaron detenidos Javier Maximiliano Domínguez -agente de la Policía de Santa Fe, en ese entonces- y César Andrés Castagnino -cuñado de Baigoría- por haber trasladado en un Mercedez Benz con procedencia de Paraguay un total de 32 kilos de marihuana que tenían destino Santa Fe capital. 

El otro procedimiento sucedió el 8 de julio del 2016  en la zona rural de Apóstoles, provincia de Misiones. Allí la policía provincial secuestró un total 561 kilos de marihuana que estaban abandonados en un camino rural. Tal cargamento, creen los investigadores, fue financiado y adquirido por Baigoría y González quienes justamente habían ingresado a Paraguay unos días antes de dicho hallazgo.

El tercer hecho que investigó la Justicia y que lo vinculó a la organización fue la detención del misionero, Jorge Ramón “Flaco” Correa, que fue arrestado el 13 de diciembre de 2017 en la ruta provincial N° 5 de la provincia de Salta, cuando iba con 4,140 kilos de cocaína a bordo de una Chevrolet S-10 gris que tenía como destino también Santa Fe. Dicho vehículo justamente tenía una tarjeta verde para que Baigoría lo pueda manejar.

Finalmente, el otro procedimiento que fue investigado y conectado a González y Baigoría sucedió el 17 de marzo del 2018 cuando agentes de la Gendarmería Nacional, en una causa que era instruida en el Juzgado Federal de Reconquista, allanaron una propiedad de Santo Tomé y detuvieron a un hombre que tenía en su poder 700 gramos de cocaína y un kilo de marihuana, los cuales, según un testigo que declaró en la causa, habían sido suministrado por los principales investigados del caso.

Encubrimiento y venta

El plexo probatorio que llevará al estrado la Fiscalía General apunta también a Mansilla como quien fue parte de la banda y al cual le secuestraron el día de los allanamientos un total de 33 gramos en una vivienda de Lavalle al 3100 de la localidad de Santo Tomé. Tras esa detención, el encartado terminó siendo procesado por “tenencia de estupefacientes con fines de comercialización”.

En la misma linea, Salva y Castillo serán juzgados como quienes vendieron drogas, proveídas por la organización, en su casa de Pasaje Irala al 4100 en donde los investigadores secuestraron más de un kilo de cocaína. Dicho matrimonio,  según establecieron los investigadores, fue beneficiado por el sargento Sosa quien mediante mensajes de celular alertaba sobre los posibles movimientos de la fuerza.

Fuente: Aire de Santa Fe