Un poco por deseo, otro tanto por necesidad. Eduardo Coudet hizo concentrar por primera vez a dos jugadores para el duelo del pasado viernes ante Unión. Uno de ellos fue Mauricio Martínez, el volante surgido en Independiente de Santo Tomé y quien también puede jugar como marcador central. Mauricio llegó hace un año al club pero sufrió una dura lesión antes del primer partido. Ya totalmente recuperado, Martínez se metió en el banco para ocupar el lugar que dejó libre Lucas Orban, quien tuvo otro problema en Racing.

Previamente y en declaraciones realizadas a El Show de Racing (AM 830), el santotomesino indicó que “lo de la lesión fue un golpe muy fuerte. Por suerte mentalmente nunca me caí. El apoyo de mis compañeros fue fundamental en la recuperación”. El futbolista también se refirió a la persona que considera vital para la unión del grupo. Así se refirió a Pillud: “Iván es un chico que hace reír a todos, es clave. Jamás lo vi de mal humor. A pesar de no jugar todos los partidos, siempre tira para adelante”.

El jugador de Racing explicó el curioso apodo

Relajado y sabiendo que la durísima lesión ya es parte del pasado, Martínez habló sobre su apodo, prácticamente único en el fútbol argentino y mundial. “Me pusieron Caramelo porque en las concentraciones siempre tenía muchas golosinas y todos me pedían, je”, aclaró entre risas el ex Central y Unión.

Fuente: Racing de Alma.