Sebastián Méndez, entrenador que se encuentra sin equipo tras dejar a Vélez en Primera División, recordó su intempestiva salida de Unión para dirigir al Fortín. «Fue desprolija», dijo.

A la espera de alguna oferta convincente para volver a la dirección técnica, Sebastián Méndez recordó el momento en que decidió renunciar intempestivamente en Unión para asumir como entrenador de Vélez. Se trata de un hecho que quedó marcado no solamente en la memoria de los Tatengues, también de buena parte del fútbol argentino. Sobre todo, porque el equipo venía en plena levantada y no había rumores de que podía ocurrir lo que sucedió.

A casi nueve meses después, Méndez habló de esa decisión. «Es difícil de explicarlo y sé que más de uno no se lo tomó bien. Yo simplemente sentía que tenía que ayudar a mi club, aparte no es que fui a un lugar que deportivamente estaba mejor, inclusive me fui sin saber cuánto iba a ganar», comenzó diciendo en diálogo con Radio Splendid.

Al mismo tiempo, contó que «lo que más me dolió fue lo de los jugadores. Que esté el Kily también ayudó a que esa situación se despeje, somos amigos de muchos años. Si yo hubiera agarrado en lugar del Kily les hubiera dicho ‘miren muchachos se entiende lo del Kily’”. Y añadió: «Yo imaginaba que no iban a venir a saludarme los jugadores, pero duele no te puedo mentir. Hace tres semanas estabas con ellos y los entendés, entendés el enojo».

Y siguió con la autocrítica: «Mi salida de Unión fue desprolija, porque no les pude decir a los jugadores que me iba a Vélez. Si hoy en día me reprocho algo es eso», indicó, para cerrar diciendo que «contra Independiente fue un partidazo, irme esa noche es como matarte a vos mismo, una parte tuya se está muriendo».

Fuente: Soy Deportes