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Desvió Arijon / Matilde

El dueño de la granja de animales de Desvío Arijón rompió el silencio

El dueño de la granja de animales de Desvío Arijón rompió el silencio

Eduardo Hadad, el encargado de la granja El Arca de Noé, en Desvío Arijón, que hace una semana fue allanada por policías del área de Delitos Ambientales, en el marco de una causa que investiga la infracción a dos leyes de protección animal, habló con AIRE y ratificó su profundo amor por los animales. Valoró su trabajo de protección y aclaró que había realizado trámites para legalizar el establecimiento en el que se alojaban gatos monteses, pumas y aves de todo tipo. El secuestro de los animales ocurrió el pasado miércoles 14 de septiembre y se dio por orden del fiscal Marcelo Nessier. En medio de ese procedimiento, Hadad se resistió y terminó detenido. Sin embargo, al sufrir una descompensación debió recibir asistencia psiquiátrica por lo que dos días después terminó siendo liberado. Se estima que en las próximas semanas sería imputado pero en libertad.

A más de una semana de aquel suceso, Hadad habló y ratificó su amor por los animales y la tarea que desarrollaba en la granja ubicada entre la ruta nacional 11 y la autopista, en jurisdicción de Desvío Arijón. “A mí me gustaría seguir con los animales”, sostuvo y pidió: “Que me devuelvan el puma chiquito que dormía conmigo y está comprobado. El puma tenía cuatro meses y medio”. “Yo vivo solo y estoy todo el día con ellos, no tengo otra compañía. Ahora sí la gente se arrimó mucho, me acompaña y viene a colaborar”, agregó en otro tramo de la entrevista con el conductor Luis Mino.

Consultado por las condiciones de ciertas aves, Hadad aclaró que, por ejemplo, muchos chajás tenían las plumas cortadas porque si volaban podían llegar a ser depredados por perros que utilizan cazadores de la zona. “Los chajá volaban e iban a comer a las quintas de al lado y lamentablemente le tuvimos que empezar a cortar las plumitas para que no se vayan afuera”, resaltó. “Cortábamos las plumas de chajá porque si salen afuera los matan los perros. O sea los galgos no le dan tiempo a volar. Ya que es un ave que no vuela y tiene que tomar impulso para volar y en ese impulso los galgos a un chajá no lo dejan despegarse del piso”, explicó el ajironense.

En otro tramo de la entrevista, Hadad cuestionó que existen otros establecimientos que alojan animales pero que no los cuidan. “Esto es no es un zoológico. Es más yo creo que es mejor que Temaiken”, aseguró. Sobre la seguridad del lugar, el propietario del establecimiento garantizó que es óptimo para cualquier persona que asista, ya que no correría ningún tipo de riesgo. “El puma estaba aislado”, dijo y aclaró que las especies tenían asistencia de veterinarios de la zona. “Vienen los veterinarios que vacunan a la hacienda y realizan la inseminación artificial. Estos veterinarios que trabajan en los campos, y no quiero desmerecer a uno de ciudad, tienen más experiencia. Saben qué medicamento ponerle a un animal cuando está herido”, destacó.

Fuente: Aire de Santa Fe

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