“Me parece que estamos mezclando peras con sandías”, dijo en el recinto Leandro González (FPCyS). La fruteril advertencia sobresaltó a varios cronistas que se habían sosegado y ya acodado sobre la mesa del sector de prensa, con caras aburridas, en el medio de una discusión muy larga y tediosa. Ocurrió que el edil oficialista Carlos Suárez (UCR-Cambiemos) había presentado un proyecto sobre tablas solicitando desde el Concejo a la Provincia que, “en el marco de las negociaciones que lleva adelante con Nación a los fines de arribar al pago de la deuda por detracciones indebidas a la coparticipación federal, y en función de que una parte de dicho pago se realizará a través de la concreción de obra pública nacional en el territorio provincial, se incluya dentro de esas obras la nueva conexión vial Santa Fe- Santo Tomé”. El proyecto no prosperó. No hubo consensos.

La postura del concejal es la misma que realizó públicamente el intendente José Corral días atrás: que dentro de esas negociaciones por el pago de la deuda de coparticipación federal (según cálculos del propio gobernador Miguel Lifschitz, alcanza a unos $ 50 mil millones, y hay un fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación) entre Nación y Provincia, se incluya (como parte del pago de esa deuda) el financiamiento del nuevo puente a nuestra ciudad. González trajo a memoria “la necesidad de cumplimiento de aquella deuda que tomó el Gobierno nacional con Provincia a partir de la Autovía 19. Una deuda de 2005. Hay un convenio marco firmado entre el Ministerio de Planificación Federal y el gobierno santafesino en octubre de 2007. Allí se declara el desarrollo de la obra de la interconexión vial entre Santa Fe-Santo Tomé”, puso en autos.

Ese documento público es “la prueba de una deuda consolidada, como también lo es la deuda de más de $ 50 mil millones para obras. A la ciudad de Santa Fe le corresponderían mil millones de pesos, el resto iría a las comunas y municipios de la provincia, que no tienen por qué hacerse cargo de deudas que tiene Nación con Provincia para que se haga la obra del puente (a Santo Tomé)”, consideró el edil frentista. Y puso un ejemplo: “¿Por qué el vecino de Pozo Borrado, que tiene inconvenientes de accesibilidad, va a pagar el puente a Santo Tomé? No corresponde. Corresponde que lo pague Nación. Esta discusión es como mezclar peras con sandías”, insistió en la comparación, como indicando que allí había un diálogo de sordos. A juzgar por la intensidad de los micrófonos, los tonos de voz subían.

Se buscó con alguna foto —deslizó subrepticiamente— “un oportunismo político, desconociendo la institucionalidad de la intendenta (de Santo Tomé) Daniela Qüesta. Hubo, además de ella, muchos dirigentes que pidieron con vehemencia que se haga la obra, y otros que no lo han hecho, porque no la tienen como prioridad en su agenda”. ¿Aludía González al intendente José Corral? Casi seguro, pues agregó: “La prioridad de la actual gestión municipal es hacer el puente a Paraná”. Vino luego el contrapunto.

“Una oportunidad”

“El concejal González —le retrucó Suárez—plantea por qué tiene (Nación) que hacerse cargo. Hay un listado de obras de relevancia y hay allí una oportunidad para abordar rápidamente una obra central para los vecinos de ambas ciudades (Santa Fe y la vecina ciudad). Estamos hablando de una negociación por dinero de deuda que le corresponde a la Provincia. Sí, pero no es mezclar peras con sandías, sino abordar un problema de una dimensión y escala que está en el marco de las negociaciones que se realizan (entre Nación y Provincia)”, dijo el edil. Hoy hay una oportunidad, aseveró, enhiesto en su banca. “Después será un problema de la gestión política, cómo se sigue reclamando lo que se debe por obras, puntualmente por la Autovía 19. Hasta hay canales de comunicación (con Nación) para encontrar la forma de que los pagos que se deben por esa autovía se realicen incluso en el marco de esta gestión. “Hay una posibilidad real de que los vecinos tengan el puente. Esto no tiene relación con renunciar a lo que se nos debe a los santafesinos ni mucho menos”, completó el concepto.

“Avanzado”

Habló Carlos Pereira, también de UCR-Cambiemos, respecto del puente Santa Fe-Paraná, cuyo proyecto ejecutivo “está avanzado”, afirmó. Tenía el tema atragantado, se le notaba. “Sobre el Puente a Paraná hay dos elementos objetivos: uno, nos dará una nueva alternativa al Puente Oroño, que ya sabemos que el mayor problema de congestionamiento vial que tiene la ciudad es ahí, en el Oroño: 45 mil vehículos diarios que transitan por una vía única”. “Dos: que el gobierno municipal ha conseguido, a través de Programa de Participación Público-Privada, fondos que vienen de la Corporación Andina de Fomento, y hoy esos recursos están disponibles para hacer el puente (a la vecina capital entrerriana). Hablamos de una mega inversión de unos mil millones de dólares”, defendió la gestión municipal.

Bancar trapos

Laura Mondino, desde el FPCyS, “bancó los trapos” de su compañero de bloque, Leandro González. “Sobre el Puente Santa Fe- Santo Tomé, debo recordar que es de jurisdicción nacional, que le corresponde al Gobierno nacional (hacer) la obra; que ésta no se incorporó en el Presupuesto nacional 2018. ¡Hasta cuándo vamos a renunciar a las deudas que el gobierno nacional tiene con todos los santafesinos! Nos deben la autovía 19, nos deben la Av. Circunvalación, el Puente a Santo Tomé, nos deben $ 51 mil millones de coparticipación”, enumeró. “Yo prefiero las peras, porque la sandía me cae pesada”, bromeó un asesor en los pasillos del Concejo. Dentro de una discusión mucho más global y compleja (el pago de la deuda por coparticipación federal y el fallo de la Justicia), entre los ediles del oficialismo aliados a Cambiemos y el Frente Progresista se dejó entrever por las hendijas de la política diferencias tan claras como irreconciliables. Y un ingrediente que muestra las posturas de cara a las elecciones de 2019.

Fuente: El Litoral.