
En horas de la tarde noche del pasado domingo 11 de marzo, buena parte de la ciudad de Buenos Aires, de Santa Fe y del resto del país se vieron paralizados por un impactante hecho histórico con escasos precedentes y que fue protagonizado por uno de los grupos más emblemáticos que tiene la música y la cultura de esta región de la Argentina. La referencia lógicamente es para el impresionante recital que brindó el grupo Los Palmeras junto a la Orquesta Sinfónica de la provincia de Santa Fe nada menos que en el Obelisco, acaso uno de los símbolos más importantes y reconocidos que tiene nuestro país a escala mundial. Según las estimaciones, más de 180 mil personas se acercaron hasta el centro de la Capital Federal para disfrutar en vivo y en directo de este auténtico suceso, mientras que millones de argentinos y en particular de santafesinos siguieron las alternativas del mismo a través de las pantallas de televisión de alcance nacional.
Como no podía ser de otra manera, dos vecinos de Santo Tomé fueron protagonistas de este evento que quedará para siempre en la memoria de aquellos que lo disfrutaron. Mauricio y Albertina Lisa son integrantes desde hace años del coro de la Orquesta Polifónica Provincial y son parte de este ciclo de conciertos que la misma viene ofreciendo con Los Palmeras en distintos puntos de Santa Fe y el país. Al regreso de esta increíble experiencia, EL SANTOTOMESINO dialogó con ambos artistas, quienes no pudieron esconder su satisfacción por el momento compartido. Al respecto, Mauricio indicó: “Nosotros hace ya un tiempo que venimos acompañando a Los Palmeras en esta clase de presentaciones y el del domingo pasado fue el séptimo concierto que compartimos con ellos. La verdad es que fue una enorme alegría haber sido convocados por el maestro Rubén Carughi y como él mismo dijo en algún reportaje fue una gran “felicidad musical” la que sentimos junto a nuestros compañeros del coro. Con algunos de ellos tenemos más de 20 años de experiencia y la realidad es que en este ciclo de recitales ya hemos cantado para más de 500 mil personas, mucha más de la que habíamos actuado en toda nuestra vida. Esta es una manifestación popular muy cuidada desde la elaboración de los arreglos y desde la presentación tanto en la orquesta como en los coros y el propio grupo Los Palmeras”.
“Tocar el cielo con las manos”
Posteriormente, y siendo consultados respecto de lo que significa para ellos haber sido parte de un hecho artístico con escasos precedentes en la historia de nuestro país, Mauricio explicó: “Para nosotros fue un enorme honor y una alegría indescriptible participar de este proyecto. Lo estamos viviendo con muchísima felicidad a todo el ciclo porque con muchos de los cantantes y los instrumentistas de la orquesta somos compañeros desde chicos y hemos participado en distintas agrupaciones musicales. Poder ser parte de un proyecto de esta naturaleza pero a la vez poder compartirlo con amigos y con un grupo humano excepcional como el que tienen Los Palmeras es realmente una satisfacción indescriptible. Para nosotros llegar a tocar en el Obelisco y ante esa cantidad de personas ha sido tocar el cielo con las manos, siendo muy especial la manera en la que se escuchaba el público que cantaba con nosotros y que eran parte del show”. En otro tramo de la charla, y en referencia al trabajo que debieron realizar para combinar las propuestas artísticas de Los Palmeras y la orquesta sinfónica, sus integrantes comentaron que “puede parecer difícil en una primera instancia la combinación de dos géneros musicales que son diferentes como el que realiza la sinfónica y el ritmo tropical, pero la realidad es que creo que tiene mucho más que ver con una creencia popular o incluso académica que con lo que en verdad sucede arriba de un escenario. Con esta experiencia yo puedo decir que para nosotros fue muy sencillo porque los arreglos que hizo Rubén Carughi estaban muy bien realizados y a partir de ahí se representaba mucho la composición original de la cumbia. Eran arreglos que se ponían a favor de realzar el tema original sin cambiarlo, dando como resultado una armonía muy placentera tanto para ellos que se sintieron cómodos haciendo sus temas como para nosotros que nos sentíamos acompañándonos con arreglos que los hacían más bonitos”.
Antes de terminar, y haciendo un poco de memoria respecto de lo sucedido el domingo y las repercusiones que eso ha tenido en las jornadas posteriores, Mauricio y Albertina contaron que “de esta experiencia nos han quedado millones de anécdotas porque nosotros hemos cantado toda la vida pero jamás nos han reconocido a este nivel. Uno de los compañeros que canta en el coro hace música barroca y en su momento fue a tocar en el Centro Cultural Kirchner con otros compañeros que hacen esta clase de conciertos regularmente. Esta semana cuando se presentó en un hotel de Buenos Aires para registrarse la gente que trabaja allí mismo lo reconoció como “famoso” porque lo había visto tocando con Los Palmeras. Esa es un poco una referencia de la increíble repercusión que tuvo el recital pero nosotros tomamos conciencia recién cuando regresamos y nos contaron que Santa Fe prácticamente se había paralizado y se había reunido frente a la televisión para seguirnos. Yo creo que tiene que ver con la identidad santafesina, porque uno se siente parte de esto y porque Los Palmeras son efectivamente una parte de la identidad de Santa Fe”.
