Cuando el presidente de Lanús, Nicolás Russo, tiró la frase, produjo un cimbronazo en el fútbol argentino: “Yo creo que se vienen dos años sin descensos, los vamos a dejar sin efecto”. El proyecto que manejan, y que se hizo vox populi, indica que se iría hacia torneo de 30 equipos para el 2022. Esto favorecería, al menos por el momento, a los clubes que pelean abajo, como Colón. Y quizás por eso desde la otra vereda no están de acuerdo con que eso suceda.

Luis Spahn y su cuerpo dirigencial ya tienen decidido que van a votar en contra. La misma postura tienen los dos clubes de mayor peso del fútbol local: Boca y River. En algún momento, el presidente del Tate ya se había manifestado al respecto: le parecía desprolijo cambiar en pleno torneo las condiciones. Pero el parate obligado por la pandemia hizo replantear las cosas, aunque Spahn mantenga su posición.

Unión tiene un argumento válido: si se quitan los promedios, sería igualar de facto a aquellos que hicieron las cosas bien, con los que las hicieron mal. El Tate, en este momento, tiene un buen colchón de puntos, mientras Colón está muy abajo en la tabla. El proyecto para el fútbol que viene, que será a puertas cerradas y con un estricto protocolo, ya divide a los clubes locales y planea agrandar la grieta.

Fuente: Nexo Diario