“Suspendimos el entrenamiento. Solamente siete jugadores estuvieron en el gimnasio con el profesor (Luis) Betolaza haciendo algunos trabajos para no perder la jornada. Son los únicos que no tienen ningún malestar. Aparecieron otros compañeros con síntomas de dolor de cuerpo y con diarrea. Incluso chicos que no viajaron a Buenos Aires”, admitió este miércoles el entrenador de Colón, Julio Comesaña, quien habló de la difícil situación de salud que atraviesa el plantel.

A través de todo esto, el club el pedido formal de postergación del encuentro contra San Lorenzo del sábado en Santa Fe, desde las 21.30. Es así como el DT dijo que así no se puede jugar: “Los dirigentes están en el tema. Se está fumigando por las dudas acá. Mañana (por este jueves) vamos a ir al estadio si Dios quiere, a las 17.30, con aquellos que estén en condiciones para entrenar. No sería correcto, porque ya no son tres los jugadores sino más. (Gabriel) Esparza y (Tomás) Sandoval son casos nuevos. El partido no debiéramos jugarlo. Nunca me tocó pasar algo similar”.

Asimismo, no se animó a decir en qué contexto el grupo se expuso para sufrir este virus: “Después del partido ante Lanús fuimos directamente al hotel y cenamos todos juntos. No hubo nada raro. Ojalá supiéramos dónde y cómo se produjo todo esto. Hemos estado comiendo bien. No creo que haya problemas en ese sentido. No puedo aventurarme a decir lo que me parece. Para eso están los especialistas”. Pero sobre todo, Comesaña puso un alto a las confirmaciones: “El Ministerio necesita una segunda prueba y hay que esperar. En principio es negativo, pero falta para saber. Esa noticia no es cierta, que no hay dengue. El resultado preliminar dio, pero no es algo para decirse que no hay enfermedad todavía. Falta”.

Lo más extraño para el DT que es los juveniles de las inferiores no tuvieron ningún síntoma: “Los chicos que están acá nunca tuvieron algo de esta naturaleza. Yo tampoco tengo nada. Lo del mosquito no me preocupa, porque ni se me arriman a mí (risas). ¿Qué me van a sacar?”. De igual modo, se lamentó por todo lo que se venía: “Teníamos la expectativa de afrontar un lindo e importante partido. No es lo mismo entrenar para jugar que para no hacerlo. Vamos a esperar a ver cómo llegan todos y se puede hacer una buena práctica. Después jugaremos un viernes y todo es un volver a empezar”. En el final, fue directo respecto a la postergación del partido ante el Ciclón: “Es cuestión de sentido común. La gente de San Lorenzo debe estar preocupada por esta situación también. Tenemos que tener paciencia”

Fuente: UNO Santa Fe