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por
la redacción
Colón derrotó 2-1 a Estudiantes de La Plata por el Torneo de la Liga Profesional. Eric Meza y Federico Lértora anotaron para el Sabalero, mientras que Fernando Zuqui había marcado el empate parcial en el partido. Una de las principales falencias del Colón de Eduardo Domínguez versión Torneo de la Liga Profesional es que, en la mayoría de partidos, su rival tiene un mejor inicio y obliga al Sabalero a tener que defenderse desde el primer segundo. Estudiantes llevaba la iniciativa, profundizaba por ambas bandas y comenzó a llenar de centros el área sabalera. Sin claridad, ni precisión, el Pincharrata era mejor que el equipo de Eduardo Domínguez, pero el fútbol no tiene lógica, o no siempre se respeta.
En el primer avance rojinegro, en un tramo donde pudo salir del asedio al que lo sometía el equipo visitante, Eric Meza subió por derecha y sacó un centro débil, con dirección al arco. La pelota debía ser fácilmente controlada por Mariano Andújar, pero el arquero del León no tuvo una reacción acorde y el balón que lanzó el lateral de Colón terminó en gol para los locales. Sin buscarlo ni hacer grandes esfuerzos para ponerse en ventaja, Colón se ponía 1-0 y se daba paso a otro partido. El tanto de Meza relajó al Sabalero que ganó confianza y fue ganando protagonismo con los minutos. Si bien desde lo futbolístico no generaba mucho –Andújar no tuvo mucho trabajo-, desde lo actitudinal, Colón estaba mejor, aunque no podía confiarse. El Pincha, que no modificó su plan inicial con el gol del local siguió yendo al frente en busca del empate.
Las constantes fallas en defensa de Colón esperanzaban al equipo platense con llegar al 1-1. Una igualdad que llegaría a través de un derechazo de Fernando Zuqui, exjugador sabalero, que sacó un remate fortísimo fuera del área, hizo estrellar la pelota en el travesaño y al caer dio en la espalda de Leonardo Burián -que estaba tendido en el suelo- para terminar en el fondo de la red. Con la igualdad, el partido retrocedió de fase y volvió a ser el visitante el protagonista exclusivo del juego. Colón, que además le cuesta mucho llegar al arco rival, muestra partido a partido muchas fisuras en lo defensivo, que era uno de los puntos fuertes de los equipos de Domínguez, y eso lo convierte en un equipo que juega constantemente al borde del precipicio. Sin solidez en el fondo, el Rojinegro llega a padecer los encuentros.
El segundo tiempo
No sobraban las ocasiones de gol, pero los equipos ofrecían un espectáculo sin interrupciones, de ida y vuelta, con un ritmo altísimo. Invitaron al espectador neutral a mantenerse frente al televisor. Daba la impresión de que en cualquier momento podía pasar algo. Con coraje, poco ingenio, pero valentía, Colón iba al frente en busca de ponerse nuevamente en ventaja. Los de Eduardo Domínguez empujaron a Estudiantes a refugiarse cerca de su área gracias a que involucraron a muchos jugadores en la elaboración de juego. El Sabalero ocupó todo el ancho del campo y cortó los caminos por los que el Pincha podía avanzar, lo que lo fue acercando cada vez más al área del visitante.
Después de algunos minutos, esto le daría su premio al local. Resultado del empuje y la cantidad de jugadores que pisaban el área de Andújar, Colón se pondría 2-1 con un golazo de Federico Lértora, quien remató en la boca del área y colocó la pelota en el ángulo, dejando inmóvil al arquero pincharrata. El segundo tanto hizo explotar al Cementerio de los Elefantes, lo que elevó aún más la confianza del equipo. A partir del tanto del exmediocampista de Ferro, Arsenal, entre otros, el partido fue todo de Colón, a pesar de algún avance o intento de Estudiantes por empatar el partido. Un tiro en el palo, producto de un mal rechazo de Paolo Goltz, puso en duda el triunfo rojinegro, pero no hubo otro sobresalto para la defensa hasta el pitazo final del árbitro Rey Hilfer.
Con estos tres puntos, el Sabalero se subió a la quinta posición en la tabla, con 29 unidades, a diez del líder River, que aún debe jugar su partido. Pero lo más importante para los del Barba Domínguez no son los puntos cosechados, sino la demostración de carácter del equipo para reponerse rápidamente de lo que fue la derrota ante Argentinos Junios, que había dejado al DT muy enojado con el rendimiento de sus dirigidos.
El campeón no se da por vencido, tal vez revalidar el título no le sea posible por los partidos que restan para el final del Torneo de la Liga Profesional, pero si de competir hasta el final se trata, el Colón de Eduardo Domínguez siempre está listo y preparado, con virtudes y falencias, aunque siempre dispuesto a dar el máximo
Fuente: Aire de Santa Fe
