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Colón fue de mayor a menor y no tuvo chances ante un River implacable

Colón fue de mayor a menor y no tuvo chances ante un River implacable

El Club Atlético Colón perdió 4-0 con River Plate por el Trofeo de Campeones y no pudo sumar su segundo título en la historia. Julián Álvarez, por duplicado, Benjamín Rollheiser y Jorge Carrascal anotaron los goles del partido. Como estaba en los planes, River tuvo la iniciativa en el comienzo del partido. Con su juego agresivo, ofensivo y de mucha dinámica por toda la cancha, el Millonario le cortaba los caminos a Colón y lo encerró en su campo en los primeros minutos del partido.
Los once con los que Colón salió a jugar el Trofeo de Campeones frente a River.Con un Julián Álvarez muy activo, los de Marcelo Gallardo jugaron en la mitad de cancha sabalera, imponiendo su ritmo y condiciones para llegar al quiebre del marcador lo antes posible. En poco tiempo, los de Núñez eran dominadores absolutos del juego. Los intentos de Colón por pasar mitad de cancha se producían con incomodidad. Los de Eduardo Domínguez se veían obligados a tener que superar más de una vez a un rival para poder avanzar en el campo. Si River mantenía este ritmo, al Sabalero se le haría cuesta arriba el partido.

Tras algunas aproximaciones del Millonario al arco de Leonardo Burián, el Rojinegro se animó a salir de contra. La misma intensidad que el equipo pone para atacar también la tiene para defender, por lo que el Rojinegro casi nunca podía colocar a un hombre frente a Franco Armani. En este tramo, Colón ganó solidez en defensa y si bien no logró torcer el desarrollo del partido, pareció encontrar la fórmula para evitar que River llegue a su área con facilidad.

A grandes rasgos, River seguía teniendo la iniciativa, daba la impresión que tenía el partido controlado, pero Colón estaba acomodado en el campo y estaba ejecutando su plan: esperar al rival en su campo. Si bien esa táctica es un arma de doble filo (y más hacerlo ante equipos como el Millonario), si era bien ejecutada podía darle grandes réditos. Dejar atacar a los de Gallardo significaba que dejarían más espacios en defensa, por ende, Facundo Farías y los extremos tendrían más lugar para maniobrar. Ya equilibrado el encuentro, llegó la etapa del juego brusco. Con algunas faltas duras, innecesarias, algunos jugadores sabaleros resultaron amonestados. Desde el lado de River también respondieron con faltas, por lo que el partido se tornó intermitente.

A pesar de la paridad, River llegaría al 1-0 antes del final del primer tiempo gracias a su mejor jugador y también del fútbol argentino: Julián Álvarez. Tras un buen centro desde la derecha de Santiago Simón, la Araña se desmarcó para definir en soledad a contrapierna de Burián y empujar la pelota a la red. El arquero sabalero no pudo reaccionar y los de Gallardo se pusieron en ventaja para empezar a acariciar el Trofeo de Campeones.

El complemento

En el comienzo del segundo tiempo la tónica del partido no se modificó. River continuó siendo el equipo con mayor incidencia en el juego mientras Colón intentaba cerrar los espacios que el rival podía explotar. Pero cuando se trata de defender a jugadores como Julián Álvarez no hay fórmula que alcance. Tras una buena combinación entre José Paradela y Enzo Fernández, la Araña entró al área, punteó la pelota y tras un rebote en Burián el propio Álvarez empujó la pelota al fondo de la red. El Millonario se puso 2-0 y las chances de Colón de alzar otro título disminuyeron drásticamente.
Con el segundo tanto, la ampliación de la ventaja no fue tan profunda como el golpe anímico que sufrió Colón. Daba la impresión que no había ninguna chance de que Colón tuviera una reacción heroica para ponerse nuevamente en partido. Durante el transcurso de los minutos, el Sabalero no había podido generar nada para poner en riesgo el arco de Franco Armani.

A los pocos minutos, tras una buena intervención de Julián Álvarez, figura excluyente del partido, Benjamín Rollheiser mandó la pelota al fondo de la red y puso el 3-0. El resultado no era otra cosa que la reafirmación de lo que se veía en el campo. Sobre el final del partido, el colombiano Jorge Carrascal anotó el 4-0 con una defensa sabalera totalmente fuera de todo contexto. En ningún momento, en ningún tramo del juego, Colón tuvo chances de ganar el partido. Simplemente, el nivel del Rojinegro esta noche no estuvo a la altura de una final. A pocos días del clásico, los de Eduardo Domínguez cerraron un 2021 histórico de mala manera.

Fuente: Aire de Santa Fe

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