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Central fue pura contundencia y le dio un cachetazo a Colón en el Brigadier

Central fue pura contundencia y le dio un cachetazo a Colón en el Brigadier

Colón perdió por goleada por 4-1 con Rosario Central, por la fecha 22 del Torneo de la Liga Profesional. Marco Ruben, con un hat-trick, y Emiliano Vecchio anotaron los goles del Canalla. Gonzalo Piovi descontó para el sabalero que jugó gran parte del encuentro con diez jugadores por la expulsión en el primer tiempo de Eric Meza.

Caso extraño el Colón del Torneo de la Liga Profesional. Un equipo capaz de jugar como aquel que se consagró en la Copa de la Liga o de sufrir como si fuese un conjunto que pelea por no descender. Este jueves, en esta crisis de identidad que padecen los dirigidos por Eduardo Domínguez, el Rojinegro mostró la peor de sus caras, esa que ya se vio en algunos partidos de este campeonato.

Antes de los primeros diez minutos de juego, Rosario Central ganaba 2-0 gracias a dos goles de Marco Ruben quien, con poca marca, anotó de cabeza por duplicado y el Canalla le propinaba un golpe de nocaut al comienzo de partido. En ambas ocasiones, el experimentado centrodelantero del equipo rosarino quedó solo dentro del área y solo tuvo que darle dirección a la pelota para vencer a Leonardo Burián. Antes de entender cómo se iba a jugar el encuentro, Colón perdía por dos goles y tenía que reaccionar rápido.

En ataque, el Sabalero mejoró con el correr de los minutos, pero dejaba muchas dudas en defensa. Después de la excelente tarde-noche en el Cilindro de Avellaneda, en todos los aspectos, el equipo mostró muchas fisuras en el aspecto defensivo. Central superaba al local en todas las líneas, ganaba en velocidad y llegaba al área con mucha gente. Colón estaba siendo superado físicamente, algo que no deja contento a Domínguez ni a ningún entrenador.

Cuando más o menos el partido se había nivelado, Colón sufrió la expulsión de Eric Meza, quien le cometió una dura falta a Gastón Ávila. Las tarjetas rojas volaron en casi todos los partidos del Sabalero este campeonato, algo que ni los jugadores ni el cuerpo técnico lograron corregir. Muchas de esas expulsiones no fueron por exceso de revoluciones o por un ritmo incansable que pueda imprimir el equipo de Domínguez, sino que la mayoría se debieron a faltas duras, muchas veces irresponsables, que terminaron perjudicando al equipo fecha tras fecha.

Sin dudas, el que estaba en cancha este jueves era el «Colón malo». Antes del entretiempo, Eduardo Domínguez realizó un par de modificaciones para intentar renovar energías e ir en busca del empate en el complemento. Alexis Castro y Facundo Mura saltaron al campo por Nahuel Gallardo y Cristian Ferreira para buscar ser más punzantes en ataque. Los resultados de estas modificaciones iban a llegar después del descanso.

Con un jugador menos y con una diferencia de dos goles en contra, Eduardo Domínguez intentó lavar la imagen de su equipo para el complemento, por lo que realizó un par de modificaciones antes de llegar al descanso.

Con un jugador menos y con una diferencia de dos goles en contra, Eduardo Domínguez intentó lavar la imagen de su equipo para el complemento, por lo que realizó un par de modificaciones antes de llegar al descanso.

El complemento

Tras un buen inicio, con una ocasión para descontar y recortar distancia en el marcador, Marco Rúben, sí, nuevamente el goleador canalla, amplió la diferencia a favor de Rosario Central con otro gol de cabeza. El delantero fue una pesadilla para el fondo de Colón y hacía lo que quería en el área. El 3-0 casi que liquidaba el partido. Con el orgullo, ya agotado desde lo mental, Colón llegó al descuento a través de Gonzalo Piovi, que definió una contra en una de las pocas ocasiones en las que el Rojinegro pudo agarrar mal parado al equipo del Kily González. Con el 3-1, los equipos se acercaban en lo numérico, pero desde lo futbolístico, era otra la realidad.

Justamente Piovi iba a ser protagonista también en el cuarto gol de Rosario Central. El central zurdo intentó salir jugando con pelota dominada desde el fondo, pero Emiliano Vecchio adivinó sus intenciones, recuperó y, con toda la tranquilidad del mundo, definió dentro del área para poner el 4-1. Otro mazazo. El Canalla profundizaba la herida.

La diferencia pudo ser aún mayor, pero malas definiciones evitaron una humillación aún peor para Colón. Perder 4-1 de local, sea cual sea el rival, siendo el equipo que es el Rojinegro en la actualidad no es fácil de digerir, así como no es cómodo para Eduardo Domínguez sentir la incertidumbre que le producen sus dirigidos todas las fechas.

El entrenador no puede identificar, más allá de su trabajo previo, si los jugadores tendrán una buena o mala actuación y esta irregularidad es la que hace caminar al equipo al borde de la cornisa todos los partidos. A pocos días para disputar el Trofeo de Campeones, seguramente ante River, este nivel preocupa al Barba, quien siempre llama a seguir trabajando y mejorando, pero no logra manejar los hilos de un equipo que no ofrece garantías o que lo hace de vez cuando.

Fuente: Aire de Santa Fe

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