Desde hace 27 años, Casa de Francisco trabaja en Santo Tomé capacitando a varones y mujeres de entre 12 y 19 años que forman parte de aquellos sectores más vulnerables de la sociedad. Pero además de enseñares a trabajar la madera, el hierro y a utilizar los utensilios de cocina, la institución ubicada en Mitre 3495 también brinda apoyo escolar, enseña distintas actividades recreativas y da contención a todos los menores que lo necesiten, siempre con un plato de comida para llenar la panza de muchos de los que llegan al lugar. Como no podía ser de otra manera, este año no va a ser la excepción. Para continuar por el rumbo que ha caracterizado a la entidad desde hace casi tres décadas, este centro de capacitaciones ha puesto en marcha esta semana su cronograma de talleres previstos para este 2018.

Las alternativas varían entre oficios y actividades de recreación. En cuanto a lo primero, se puede optar por carpintería, herrería, cocina y computación. En tanto, las otras sugerencias son folclore, percusión y manualidades. Sumado a todo esto, Casa de Francisco ofrece apoyo escolar para los niños y adolescentes que tengan alguna dificultad en los niveles primario y secundario de educación. De esta forma, las actividades comenzaron el pasado lunes 5 de marzo, como siempre, de lunes a viernes, de 14 a 17.

Inserción

Sobre los talleres dictados y la labor que efectúa Casa de Francisco, habló con este medio Gladis Aguirre, presidente de la comisión directiva del lugar. En este sentido, recordó que la entidad santotomesina tiene como objetivo otorgar un espacio de cobijo y aprendizaje que posibilita incorporar conocimientos útiles para desenvolverse en el mundo laboral del futuro. “Todo es gratuito, y mientras aprenden se les sirve la merienda, que muchas veces es la que los propios chicos cocinan”, señaló la directiva sobre esta oportunidad de cambiarle la vida que da la institución a chicos carecientes.

“La casa no para nunca, este año sólo descansamos unos 20 días en enero y ya estamos con todas las acciones de siempre, como por ejemplo la huerta y todas las actividades recreativas disponibles”, aseguró Aguirre. Sobre la forma en que se sustenta la casa, Gladis explicó que se solventa con fondos de la Subsecretaría de los Derechos de la Niñez, Adolescencia y Familia, dependiente del Ministerio de Desarrollo Social de la provincia de Santa Fe. Además, la merienda es costeada con montos que otorga el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación. Sin embargo, la presidente aseguró que pese a contar con estas ayudas económicas, “nunca alcanza y siempre falta algo”. Por este motivo, están promoviendo una campaña de socios para sumar gente que colabore con el lugar. “Cualquier persona que esté dispuesta a colaborar, lo puede hacer principalmente con comida, pero si lo desean lo pueden hacer con lo que tengan, incluso con ropa y calzado”, detalló Aguirre.

Fuente: El Litoral.