Colón cayó 1-0 con Boca por la fecha 13 del Torneo de la Liga Profesional. Nicolás Orsini, quien anotó su primer gol en el Xeneize, le di la victoria a su equipo en un partido en el que el Sabalero volvió a sufrir la falta de gol.

No se negocia el protagonismo. Con esa máxima encara Colón cualquier partido, sea de local o visitante. Más allá de que no siempre consigue los resultados deseados, el Sabalero salta al campo de juego dispuesto a imponer sus condiciones y hacer que el partido se juegue a su ritmo.

La racha negativa en La Bombonera no pesó en el ánimo rojinegro que, con mucha actitud, le planteó a Boca un partido de ida y vuelta, de golpe por golpe, que era un riesgo para sí mismo, pero cuyo premio podía ser muy valioso.

Luego de algunas aproximaciones en las que Colón llevó peligro al área de Agustín Rossi con Facundo Farías, el Xeneize igualó las acciones y descifró cómo debía jugar para neutralizar el avance del visitante. La defensa del equipo de Sebastián Battaglia se preocupaba siempre porque Farías no esté solo, ni de brindar espacios por los costados, zonas que Colón sueñe aprovechar para avanzar. Boca, con la velocidad de Cristian Pavón, tuvo la primera llegada clara de gol.

El cordobés que supo vestir la camiseta rojinegra recibió la pelota dentro del área, agachó la cabeza para que el remate no se vaya muy arriba y le rompió el travesaño a Leonardo Burián que sólo podía atajarla si la pelota iba al cuerpo, pero tuvo ayuda de los parantes para evitar la caída de su arco.

Cuando el encuentro estaba equilibrado, sin un dominador claro, Colón estuvo a punto de ponerse en ventaja gracias a la gran pegada de Cristian Ferreira. El volante surgido de River ejecutó un tiro libre a unos 30 metros del arco xeneize que no se metió por centímetros. El arquero Rossi ya se había inclinado hacia el palo lejano y el balón fue dirigido al opuesto, donde se marchó por la línea de fondo paralizando los corazones azules y amarillos.

En el complemento, Boca tuvo un mejor inicio que Colón. Los de Battaglia le tenían ganada la batalla por los costados al Sabalero y el visitante se metía cada vez más atrás. Los atacantes estaban cada vez más aislados del resto del equipo y Eduardo Domínguez tuvo que corregir desde temprano.

Hizo ingresar a Alexis Castro y Mauro Formica para ganar más presencia por la izquierda, donde atacaba Pavón y lograr acompañar a Farías, que hacía varios minutos no entraba en contacto con la pelota. A diferencia de lo ocurrido en la primera parte, el encuentro se jugaba a un ritmo distinto, más pausado, sin temor a jugar para adelante, pero tampoco arriesgando constantemente, lo que hizo caer al partido en un bache.

En ese período en el que nada pasaba, Boca terminó poniéndose en ventaja gracias a un buen gol de Nicolás Orsini, el primero en su etapa en el Xeneize, luego de un buen control de Aaron Molinas y una asistencia posterior de Cristian Pavón. Colón tenía ahora el desafío de rescatar algún punto de una cancha que le resulta un escenario difícil, además de tener que vencer su anemia goleadora, que arrastra desde la partida de Luis Pulga Rodríguez.

En ventaja, Boca creció en el partido y comenzó a cerrarle los espacios a un Colón que, a pesar de que intentó reaccionar, chocó una y otra vez con la defensa local. No solo la falta de finalización de jugadas, la falta de generación de juego en tres cuartos de cancha es otra de las falencias que el equipo de Eduardo Domínguez no logra superar

Fuente: Aire de Santa Fe