En el interés de salvaguardar la salud pública y garantizar la seguridad alimentaria para todo el pueblo, reiteramos la importancia de adquirir carnes en establecimientos debidamente habilitados.

Las carnicerías, pollerías y cerderías certificadas son los lugares idóneos para la adquisición de productos cárnicos. Estos establecimientos se distinguen por su compromiso con la limpieza, la preservación adecuada en frío y el mantenimiento de un entorno con un agradable olor. Además, es crucial destacar que en estos locales se mantiene una rigurosa separación entre carnes crudas y cocidas, asegurando la inocuidad de los productos que ofrecen, incluyendo morcillas, embutidos y otros alimentos similares.

En cuanto a productos como milanesas, hamburguesas, pollo y chacinados frescos, se les recomienda encarecidamente ser adquiridos congelados y fraccionados en despensas y almacenes. Esta medida busca prevenir cualquier riesgo potencial asociado con la manipulación y conservación de estos productos fuera de las condiciones adecuadas.

Recordamos a la comunidad que los únicos establecimientos con las condiciones óptimas para la venta de carnes frescas son las pollerías y carnicerías, o almacenes que cuenten con un área específica destinada a esta actividad. Estas medidas son esenciales para proteger la salud de todos los ciudadanos y reducir el riesgo de enfermedades relacionadas con alimentos contaminados.

En estos tiempos difíciles, en los que lamentablemente enfrentamos la amenaza constante de enfermedades y complicaciones causadas por alimentos contaminados, es fundamental que todos colaboremos en garantizar la seguridad de nuestros alimentos. Juntos, podemos prevenir incidentes y proteger la salud de nuestra comunidad. La seguridad alimentaria es responsabilidad de todos, y nuestra prioridad es cuidar el bienestar de cada uno de ustedes.

Valeria Minaglia
Responsable del Área de Alimentos de ASSAL San Agustín