Qué tipo de análisis se puede realizar a un encuentro que en un cuatro minutos ya iba 2-0 a favor de Arsenal. Un partido insólito desde la elección de las camisetas de ambos equipos (jugaron con colores similares) hasta la actitud para defender de Unión. Si Leonardo Madelón confiaba en levantar el nivel del equipo este sábado, el Arse le dio un mazazo de realidad de manera prematura.

Las ausencias en defensa se notaron y mucho. A los tres minutos, un córner a favor del local terminó en gol para los de Sergio Rondina. Si bien al Tatengue le quedará el consuelo de reclamar porque el delantero del Arse estaba adelantado o pudo obstruir la trayectoria de Marcos Peano, la realidad es que de arriba, en la altura, Arsenal cabeceó las veces que quiso.

Pero eso no fue todo, segundos después de sacar del medio, los de Madelón perdieron la pelota y le permitieron a los del “Huevo” Rondina llegar a puro toque al área y poner el 2-0. Todo esto, en cuatro minutos de juego. Las ventajas que ofrecía la defensa de Unión era muchas y variadas. Debacle total en el Viaducto.

No solo la última línea de Unión es la que demostraba varios puntos flacos, sino que el mediocampo no protegió, no cubrió el suficiente espacio y permitía a los atacantes quedar mano a mano con la defensa. Construir una llegada al arco para el Tatengue era un suplicio, para Arsenal, moneda corriente. Mucho para corregir para Madelón que hace fechas su equipo se desarmó como un castillo de naipes.

En la última del primer tiempo Walter Bou tuvo una gran chance de gol frente al arco, pero el ex Boca definió al cuerpo del arquero Maxi Gagliardo y ni siquiera el último tiro le salió bien al Tatengue esta tarde.

Segundo tiempo:

La segunda parte comenzó de igual manera que la primera, es decir, de mala manera para Unión. A los siete minutos del complemento, Juan Kaprof puso, de cabeza, el 3-0. El ex River se arrojó de palomita para conectar un centro de Soraire y dejó sin chances a un Peano que casi siempre debía defender su arco mano a mano con los delanteros del Arse.

El desconcierto era total en Unión que no encontraba las respuestas dentro ni fuera del campo. Haber llegado a este partido con un plantel diezmado por tantas lesiones y sancionados fue un golpe duro para los de Madelón, pero recibir los dos goles repentinos de Arsenal sepultaron cualquier ilusión que tenía el Tatengue de encontrar en Sarandí el camino para retomar el nivel que perdió a partir de la tercera fecha de esta Superliga.

Con una diferencia de tres goles, Madelón decidió romper el 4-4-2 e intentar frenar el ataque de Arsenal haciéndolo defender en su propio campo. El descuento llegó para Unión a través de un cabezazo de Walter Bou. La “Pantera”, que había atenido una de las dos chances más claras para el Tate en el partido, ahora sí pudo vencer a Gagliardo y le dio algo de esperanza a un Tatengue que igual no se notaba bien desde lo anímico.

En la última jugada del partido y para coronar una gran actuación, Joel Soñora, que había ingresado desde el banco, empujó una pelota a la red y puso el 4-1 definitivo en el marcador. Fue el golpe de gracia ante un equip que estaba rendido desde temprano en esta tarde de sábado.

Jornada a jornada el nivel de Unión cae como si estuviese en un tobogán. Preocupa no solo los resultados que obtiene el Tate sino el rendimiento. Las lesiones y ausencias pueden explicar parte de esa merma en las actuaciones del equipo de Madelón, pero desde hace tiempo, cuando no eran tantos los lesionados o los sancionados el equipo que varios rendimientos individuales dejan mucho que desear. El parate por la fecha FIFA no le sirvió a Unión que deberá plantearse otros objetivos para lo que resta del torneo

Fuente: Aire de Santa Fe