Motivada por la ambición de estudiantes, la Escuela Marcelino Martínez de Santo Tomé llevó adelante una iniciativa que consistió en el pintado de uno de los murales que se encuentra en el establecimiento. Pero no fue un dibujo más: en el mismo, se plasmaron las sensaciones de los alumnos en este casi año y medio sin poder asistir a los establecimientos educativos. Sobre esta propuesta habló la directora del establecimiento, que en diálogo con Buen Santa Fe explicó que “la escuela fue vivida poco tiempo. Los pocos días que tuvimos presencialidad. En ese momento se pensaron grandes cosas: una de ellas, la elaboración de un mural donde los chicos puedan plasmar lo que estuvieron viviendo. La escuela desde un nuevo punto de vista”.

“La escuela, desde la pandemia, fue vivida desde un lugar diferente. Entonces, un alumno talentoso, hijo de grafiteros, se imaginó la escuela llena de murales: lo que hicimos es habilitarle el espacio para que estos talentos pudieran plasmar su creatividad. Darle el espacio al arte: es un canal donde las emociones pueden transmitirse y cobrar vida”, añadió. Además, destacó el valor de la iniciativa. “Los chicos son alegría a pesar de la pandemia. Contamos con la colaboración del profesor de plástica y otros profesores como también del taller 163, que es un taller manual que ocupa lugar en nuestra escuela. Colaboró para poder gestar este proyecto”.

Con respecto a cómo operaron para llevar adelante el mural, contó: “tuvimos que gestionar con la familia: por suerte siempre está atrás apoyando las iniciativas de la escuela. Tuvimos que convocar a alumnos con medidas de seguridad: al ser al aire libre, con cuidados, pudimos lograrlo. Sintieron una satisfacción enorme. Todos los chicos dicen que están deseosos por volver a la escuela, por habitar esos espacios pensados y gestados para ellos. Son los lugares donde ellos son cuidados, donde pueden expresarse y oídos”. Sobre el mural en sí, describió que “la experiencia fue maravillosa: no solo fue el arte, también la música, las conversaciones, el diseño de lo que ellos vivieron. En el mural hay espacios donde hay niños con celulares, viendo cómo el planeta está enfermo, cómo las cosas que hacíamos en la escuela no las podemos hacer, hay libros. Son cosas que los chicos que tienen en la cabeza”.

“Se gestaron muchas cosas en la pandemia. El año pasado, pura y exclusivamente desde el hogar. Los docentes han trabajado de manera extraordinaria. Hemos visto familias enteras grabando videos, niños explicando procesos productivos a través de una maqueta –niños de 7 años- de manera clara, precisa, prolija, con amor. Hemos visto láminas, dibujos extraordinarios. La escuela nunca dejó de estar presente en ningún momento de la pandemia”, añadió. Finalmente, Marelli destacó el avance de la institución. “La escuela está en Alberdi entre Avenida Luján y Buenos Aires, es grande, tiene alrededor de 900 alumnos. Conjuga chicos de diferentes barrios de Santo Tomé: está en crecimiento permanente. La matrícula también crece todos los días”.

Fuente: Telefe Santa Fe