Semanas atrás, desde este mismo espacio dábamos cuenta de una lamentable situación que tenía como protagonistas a más de 300 familias de nuestra ciudad y de toda la zona que fueron engañadas y estafadas en su buena fe al momento de adquirir terrenos para construir sus viviendas en el barrio privado Aires del Llano. Ingresando a formar parte de un fideicomiso que ofrecía lotes en un total de 6 barrios, la mitad de los compradores vieron como los responsables del proyecto se declararon insolventes y huyeron sin entregar sus tierras ni retornarles el dinero que habían invertido para tal fin. A este complejo panorama se sumó recientemente la aparición de una importante deuda contraída con el municipio santotomesino en concepto de tasas impositivas, cuestión que agrava la situación y que deja a las víctimas de la estafa casi sin margen de acción. En este sentido, se conoció en las últimas horas que las tierras correspondientes al barrio 4 de este complejo serán llevadas a remate en los próximos días.

Frente a esta realidad, y haciendo uso de la Banca 10 en el Concejo Municipal de Santo Tomé, se presentó esta mañana el doctor Julio Versalles, abogado representante de las familias damnificadas y quien expuso la situación al cuerpo legislativo local. En este marco, el letrado indicó: “En primer término queremos agradecer al Concejo Municipal y a sus integrantes que nos han permitido estar acá cuando muchas otras puertas se nos han cerrado. Esta iniciativa inédita de la décima Banca es realmente muy útil en este tipo de casos en donde yo me presento y hablo en representación de otras 300 personas que hoy sufren esta situación y que lógicamente no pueden estar todas aquí dentro. El barrio cerrado Aires del Llano está conformado por 6 lotes o manzanas que a su vez fueron divididos en barrios 1, 2 y 3 y los restantes 4, 5 y 6. La situación al día de hoy es que los propietarios de las tierras en las primeras 3 manzanas han sido beneficiadas con la entrega de las tierras, sus escrituras y a partir de ahí la construcción de las viviendas para ser ocupadas”.

Más adelante, y brindando más detalles respecto de la situación que deben atravesar estas familias a las que representa, el doctor Versalles comentó que “con el paso del tiempo quedó demostrado que este fideicomiso realmente era muy ambicioso, porque proyectaba la construcción de un salón de usos múltiples, de un salón de fiestas, pileta, cancha de tenis y demás. Todo eso se hizo pero pasó a ser tercerizado como sucede actualmente. En el caso de los barrios 4, 5 y 6, estos pasaron a ser una especie de cenicienta en los que actualmente no hay absolutamente nada más que malezas. Se llega a esta realidad por la insolvencia del fideicomisario, quien luego de hacer entrega de los 3 primeros loteos comunicó a través de un escrito que no estaba en condiciones de completar los otros 3 espacios, perjudicando a más de 300 familias”.

Más adelante, y yendo directamente a la problemática planteada respecto al posible remate de las tierras en conflicto, Julio Versalles explicó que “cada una de esas familias damnificadas intentó encontrar algún resquicio desde lo legal para tratar de recomprar estas tierras, lo cual terminó siendo imposible. Con ese panorama la Municipalidad de Santo Tomé embargó las tierras a partir de la gran cantidad de deudas que se habían contraído por parte de los responsables del fideicomiso. Es cierto que el municipio tiene la posibilidad de ejercer esta acción, pero nosotros nos preguntamos por qué se embargan estas tierras cuando son solamente yuyos y con el inconveniente que se ha planteado respecto de ellas. Al investigar sobre la cuestión, nos encontramos con que las deudas en cuestión son en realidad generadas por los barrios 1, 2 y 3, particularmente por actividades comerciales que allí se desarrollan por terceros que no fueron tributadas”.

Antes de terminar, y volviendo a dejar en claro el momento por el que atraviesan las familias que se han convertido en víctimas del pésimo manejo de los responsables del fideicomiso, el representante legal señaló: “Mientras tanto tenemos estas 300 personas que no solo pagaron la totalidad del fideicomiso sino todos los impuestos que les fueron exigidos. Ahora esas mismas familias se encuentran con que les van a rematar el barrio 4 y le desarman el fideicomiso cortando al barrio por la mitad. El terreno de ese barrio termina yendo entonces a remate por una deuda comercial y ajena que asciende a 7 millones de pesos cuando el valor fiscal de ese barrio es de 55 millones. No suena lógico en estos valores que se haga este remate habiendo tantas constructoras hábidas de comprar y con estas 300 familias que pasan a ser víctimas de esta estafa porque ya pagaron su terreno, no pudo ni siquiera recomprar y encima ahora tienen que ver cómo les remata 26 hectáreas”.