A más de un mes de iniciada la temporada de verano, el Gobierno de Santa Fe reconoció que hasta el momento las vacaciones no afectaron los casos de coronavirus en la provincia, donde los números se mantienen estables desde hace semanas. Desde principios de enero se dispusieron testeos en grupos aleatorios con especial atención a personas menores de 40 años que viajaron hacia distintos puntos del país. Las vacaciones en burbuja y el cuidado individual se transformaron en dos aspectos trascedentes para evitar incrementos de infectados, aseguraron desde la Casa Gris.

Si bien los números no reflejaron, hasta el momento, una aceleración en la propagación de la enfermedad, desde la cartera sanitaria insistieron que las medidas de prevención deben mantenerse vigentes de cara a una segunda ola, que llegaría con el comienzo del otoño. Para el Gobierno provincial, la situación epidemiológica se encuentra estable y coincide con un descenso en la ocupación de camas de terapia intensiva con pacientes de coronavirus.

La disminución de contagios fue atribuida, no solo a la llegada de la temporada estival, sino también a la continuidad de algunas medidas restrictivas, como el límite a la circulación nocturna. Hasta la fecha, a la provincia llegaron 7.500 dosis de inoculación, las cuales fueron repartidas al personal de Salud de toda Santa Fe. Se espera que en breve, el Estado nacional confirme nuevas partidas que harían completar la primera etapa del calendario de vacunación, para luego continuar con adultos de riesgo y personal geriátrico

Fuente: Sin Mordaza