Rubén Rosa, presidente del Fondo de Asistencia Educativa de Santa Fe (FAE), aseguró que “cerca del 90 por ciento de las escuelas de la provincia está en condiciones” de dictar clases a partir del 17 de febrero. De acuerdo con lo previsto, esa sería la fecha para el inicio de actividades semipresenciales para aquellos alumnos que deben cerrar ciclos escolares, es decir chicos y chicas que el año pasado estaban en séptimo grado del nivel primario y quinto o sexto año del secundario.

“Estamos trabajando desde octubre, junto al área de Infraestructura del Ministerio de Educación, en la colocación de lavamanos, y solucionando otros problemas dentro de las escuelas. Aclaramos que hay otros inconvenientes fuera de los colegios, en algunos sectores de la ciudad por falta de presión de agua, conexiones clandestinas. Todavía falta, pero estamos trabajando fuertemente”, expresó el directivo del FAE. Dentro de los planes del Ministerio de Educación se estableció que los primeros en volver a las aulas sean chicos y chicas que culminen ciclos. Rosa sostuvo que “como se plantea desde el Ministerio, en la primera etapa en febrero, con grupos reducidos de alumnos, medianamente se podrían comenzar con las clases. La semana que próxima lanzaremos una campaña muy fuerte para poner en condiciones a las escuelas en cuanto a desmalezamiento, desinfección y limpieza de tanques, que también es importante”.

Rosa explicó que el FAE realizó todos los planteos ante el Ministerio de Educación. “Hasta ahora no tuvimos respuesta concreta. Hicimos los planteos, pero la resolución excede al FAE”, agregó, y enseguida consideró: “Creemos que para la etapa prevista para el 17 de febrero se podría avanzar con las clases semipresenciales, teniendo en cuenta los protocolos sanitarios. En muchas escuelas hemos solucionado el problema de la ventilación. Para esta primera etapa se podría empezar”.

“En el tema de la reparación de sanitarios también se avanzó, pero vamos un poco más retrasados que con la cuestión de los lavamanos. Se está trabajando en ese sentido. Lo que más preocupa son dos cosas: la falta de presión de agua en algunos distritos y el robo y vandalismo. Se roban las instalaciones eléctricas y dejan sin agua a las escuelas porque no pueden funcionar las bombas. Eso nos deja con la luz amarilla encendida”.

Cantero: “Confío en la razonabilidad con que enfrentemos el diálogo”

Este viernes se llevó a cabo una reunión para comenzar a despejar el terreno respecto a una de las principales demandas de la sociedad en este momento: la vuelta a las clases presenciales para millones de niños y niñas en el país. La exigencia principal del sector docente es que haya un plan de aplicación de vacunas contra el coronavirus, para asegurar que no haya contagios entre los docentes. En ese escenario, que obliga a los gobiernos a manejarse en un fino equilibrio entre la demanda de la población para que la pandemia no siga implicando un retroceso educativo de consecuencias irreversibles y la condición exigida por los docentes.

En diálogo con Radio EME, la ministra de Educación, Adriana Cantero brindó detalles acerca de la reunión que mantuvo con su par nacional, Nicolas Trotta y señaló que “retomamos el trabajo ya iniciado, porque el año pasado ya veníamos trabajando, como podría ser una vuelta a la presencialidad con cuidados con protocolos”. En primer lugar, ante las reiteradas manifestaciones de grupos de padres que piden por el regreso a las aulas, Cantero manifestó que “para que nosotros podamos volver a encontrarnos, presencialmente en la escuela, es necesario que trabajemos en pequeños grupos. Porque esos mismos criterios que aplicamos para otros contextos de la vida de todos los días, que son: el distanciamiento social, el uso de barbijos, control de los síntomas, lavado de manos frecuentes, deben ingresar a la escuela en una rutina diaria. Así entonces no podemos llevar más de treinta chicos a un mismo salón, para tener distanciamiento debemos dividir el grupo”.

“Vamos a tener que organizar la escuela en una especie de alternancia, es decir esos grupos más pequeños van a ir a la escuela una semana si y otra trabajaran en sus casas. En la semana que ese grupo trabaje en sus hogares, otros irán al establecimiento educativo y así sucesivamente alternando”, agregó. Además, la ministra de Educación señaló que a todos los alumnos “se les tomará la temperatura, se les preguntará si no presentan síntomas, para que el maestro pueda actuar previamente. Habrá que lavarse las manos antes de ingresar al salón. Se trabajará en el distanciamiento social en las aulas y habrá un solo recreo, pero grande de media hora”.

Respecto a la infraestructura escolar destacó que: “Las escuelas ediliciamente están como las recibimos, porque el año pasado no tuvieron uso. Nosotros hicimos un relevamiento de todos los edificios escolares de la provincia, algo inédito, desde el punto de vista sanitario. Y empezamos a trabajar un plan estratégico con gradualidad, primero asistimos al tema de provisión de agua segura, después trabajamos con el tema de los arreglos de ejes o criterios prioritarios como son: sanitarios, filtraciones, instalación de luz, gas y agua”. “Asistimos a todos los establecimientos educativos para la: Instalación de lavamanos, compra de termómetros infrarrojos. Después asistimos para que con los fondos de financiamientos educativos puedan acceder a la limpieza de los tanques de agua y además comprar insumos” , expresó.

Fuente: Nexo Diario / Radio EME