Con gran algarabía para Desvío Arijón, en el departamento San Jerónimo, el Jardín de Infantes Nucleado Nro. 355 presentó oficialmente su nombre “12 de Junio”, y por ende realizó una emotiva ceremonia en el edificio de la escuela primaria Mariano Moreno, una de las sedes donde funciona desde su creación hace casi cuatro años.

Con la presencia de Armando Coronel y Marcela Castro, de la comisión comunal, quienes entregaron una plaqueta en reconocimiento, del Senador Dr. Leonardo Diana, de referentes del Ministerio de Educación de la provincia y también de Amsafé, de abanderados y escoltas de las escuelas locales, representantes de instituciones arijonenses, más toda la comunidad educativa que se congregó para lo que realmente merecía ser festejado, la directora del establecimiento, Prof. María Luisa Centurión, dio la bienvenida mientras varios discursos y el desfile de los chicos le pusieron más emotividad a la tarde del bautismo escolar del viernes. Además estuvo la Banda de Policía de la Provincia de Santa Fe entonando marchas y canciones alusivas.

El nombre “12 de Junio” surgió a través de la votación de una convocatoria que se hizo desde la institución, que ahora busca como siguiente y gran objetivo, tener el edificio propio que largamente merece.

Invitado especial

Estuvo invitado especialmente por haber sido el creador del logo que identifica desde ahora a la entidad, el escritor, humorista gráfico, dibujante y autor Emilio Ferrero. El también dramaturgo ostenta una importante trayectoria en publicaciones como la mítica revista Humor, Ferrero es un referente del humorismo nacional y un artista polifacético que transita –desde hace algunos años– las escuelas que lo solicitan, dibujando sus famosos pajaritos, que posteriormente son coloreados por los chicos en una movida llamada “Pajaritos en la cabeza”.

Al ser un viajero por escuelas de todo el país, estuvo presente en Desvío Arijón y por ende escribió luego en sus redes sociales: “La gurisada entró a pleno aplauso y cantó una canción compuesta entre todos y de lo más, más, más hermosa. Genial y perfecto y emotivo y transformador acto hicieron las seños de este jardín 12 de Junio en Desvío Arijón”.

Luego agregó que “un pueblo que tendrá 2.743 habitantes… pero que cuando festeja cosas importantes… las verdaderamente importantes… Se ocupa de que estemos todos. Incluso los que no sabían que existe ese pueblo, ese hermoso jardín y toda esas seños que saben cómo llevar adelante la más hermosa y transformadora revolución que dura para siempre”.

La historia del jardín

Recordemos que la historia cuenta que el Jardín de Infantes Nucleado N° 355 se creó a partir del expediente N 00414-0084486-3 Decreto 514/2020 el 12 de Junio de 2020, en un contexto muy especial que nos involucró a todos como sociedad: el Covid 19. El Nivel Inicial funcionaba por separado en diferentes escuelas primarias, contando con una amplia trayectoria, teniendo cada una su propia historia personal. A partir de su creación fue un gran desafío poder conocer a las primeras infancias, captar las necesidades, historias y costumbres de la comunidad y sus familias que apostaron a la nueva institución

Esta entidad funcionaba hasta antes de las vacaciones de julio del 2023 siendo su sede en Avenida Los Eucaliptus, Barrio Río Grande, espacio compartido con la escuela primaria N° 704 “3 de febrero”, pasando a funcionar en este momento su anexo 2. Actualmente su sede funciona en el edificio de la escuela primaria N° 895 Francisco Candioti de Barrio Caima siendo su Anexo 1, en Alte. Brown y San Martín s/n, Desvío Arijón , espacio físico compartido con la escuela primaria N° 690 “Mariano Moreno”.

Edificio propio

La directora del establecimiento destacó a partir de la imposición del nombre y presentación del isologotipo, que “ahora vamos por otro sueño tan anhelado: el edificio propio. Un lugar, necesitamos un lugar propio donde pueda funcionar el jardín con los niños de Desvío Arijón y otro edificio donde puedan concurrir los niños de Barrio Caima y Barrio Río Grande. Nuestras infancias se lo merecen porque allí aprenden a estar con otros, a salir de ellos mismos. Los chicos van al jardín para ser verdaderamente escuchados y para habitar otras vidas a través de los relatos que allí se construyen. Van a preguntar y preguntarse, a mirar y a mirarse, a través de la lente amorosa del juego y para ello es necesario un lugar propio, un lugar que nos identifique”.

Fuente: El Litoral