En la ciudad de Santo Tomé, la comunidad fue sacudida recientemente por dos trágicos eventos que pusieron de manifiesto la fragilidad de la vida y el dolor compartido. Nahuel Robles y Fabio Gorosito, ambos jóvenes oriundos de esta localidad, se convirtieron en el centro de atención y provocó que toda la ciudad esté de luto. Ambos jóvenes asistieron a la Escuela (EESO) Nro 443 José Manuel Estrada, donde dejaron una marca indeleble tanto en sus compañeros como en sus educadores. En ambos casos, la comunidad educativa expresó su dolor y su solidaridad a través de emotivos mensajes que resaltan no solo el vínculo académico que compartían, sino también el impacto humano que ambos jóvenes tuvieron en su entorno.
Nahuel Robles, un joven de 19 años recientemente graduado, fue trágicamente asesinado, dejando un vacío imposible de llenar. Su escuela lo recuerda como un estudiante lleno de “ocurrencias”, que siempre aportaba humor y sensibilidad a su entorno. Su perseverancia y la forma en que enfrentaba los desafíos de la vida escolar son recuerdos que ahora resuenan con una tristeza profunda en los pasillos de la EESO Nro 443. El personal educativo, al despedir a Nahuel, hizo un llamado a la sociedad sobre la importancia de preservar la vida y la seguridad en la comunidad, subrayando que “nadie tiene derecho de arrebatar la vida de nadie”.
Por otro lado, Fabio Gorosito, otro ex alumno de la misma institución, también encontró un final trágico. Fabio, graduado de la promoción 2016 y nieto de la profesora jubilada Carmen Bo, es recordado por la comunidad educativa con gran dolor y cariño.
Los mensajes de condolencia reflejan el profundo impacto que su partida tuvo en amigos y familiares, quienes se ven obligados a confrontar la trágica realidad de su ausencia prematura.
Estos eventos trágicos refuerzan los lazos entre los miembros de la comunidad de Santo Tomé, quienes a través del dolor buscan encontrar caminos hacia la sanación y la justicia.La escuela, en particular, se convirtió en un punto de encuentro para el duelo colectivo, así como un espacio para reflexionar sobre la necesidad de medidas de seguridad más robustas y un compromiso renovado por parte de todos para proteger y valorar cada vida. La partida de Nahuel y Fabio no solo es una pérdida para sus familiares y amigos, sino para toda la comunidad de Santo Tomé. Su memoria vive en aquellos que los conocieron, en las aulas de la EESO Nro 443 y en cada llamado a la acción para hacer de su comunidad un lugar más seguro y justo.
Fuente: Aire de Santa Fe
