Se complica aún más la situación de la joven investigada por el crimen de Carlos Ayrton Díaz, perpetrado en septiembre de 2021 en Santo Tomé. La fiscal de Homicidios Ana Laura Gioria amplió la atribución delictiva y en pocos días se discutirá la prórroga de la prisión preventiva. Lourdes Seniquel se encuentra en prisión imputada como autora de homicidio calificado por el vínculo desde noviembre de 2021 y ahora también como autora del incendio perpetrado en la vivienda de la víctima tras el crimen. Los padres de la víctima son querellantes en la causa con representación del abogado Daniel Rocca.

Díaz murió por una herida de arma blanca en el cuello en su casa del barrio Adelina de Santo Tomé. La víctima y la imputada habían mantenido una relación de pareja durante aproximadamente cuatro años y el abogado defensor Nicolás Mosconi sostiene que Seniquel era víctima de violencia de género por parte de Díaz, y que actuó en legítima defensa.

Muerte e incendio

El 25 de septiembre de 2021, el incendio en una vivienda de Batalla de Ituzaingó al 4700 del barrio Adelina en Santo Tomé, culminó en el hallazgo del cuerpo de un joven de 22 años, identificado como Carlos Ayrton Díaz. El muchacho estaba desnudo y presentaba una herida cortante en el cuello. Una serie de medidas investigativas comandadas por la Fiscalía de Homicidios permitió ubicar a una joven de 19 años que circulaba en bicicleta en inmediaciones de la vivienda, minutos después de iniciado el incendio.

Las pericias practicadas sobre el rodado detectaron sangre de la víctima en el pedal y también se rescataron una serie de mensajes entre Díaz y Seniquel el día del crimen, en el que concertaban un encuentro en el lugar. Seniquel fue detenida dos meses después del homicidio de Ayrton, el 11 de noviembre de 2021 en Sauce Viejo. Gioria imputó la joven como autora de “homicidio calificado por el vínculo” tras comprobar que el joven y la víctima mantuvieron una relación de pareja que duró aproximadamente cuatro años y que durante las semanas previas al asesinato había tenido su final.

La prisión preventiva fue dictada por la jueza Susana Luna, quien encontró acreditados los argumentos vertidos por la Fiscalía que vinculan a Seniquel como la autora material del asesinato. Desde entonces, la medida fue revisada varias veces tanto por jueces de primera instancia como también por la Cámara de Apelaciones, y las resoluciones de los diferentes magistrados siempre avalaron la investigación Fiscal. La última medida judicial fue ampliar la imputación y atribuirle a Seniquel también haber sido la autora del incendio ocurrido en la vivienda: ”Luego de discutir con él, utilizando un objeto con punta y filo le causó una herida en la región lateral derecha del cuello, (…) Posteriormente, usted provocó un incendio en el domicilio de Díaz, prendiendo fuego un colchón del dormitorio, el que no pudo propagarse por la llegada de los bomberos que lograron sofocarlo”, precisa la imputación.

A poco de cumplirse los dos años de plazo de prisión preventiva que establece el Código Procesal Penal, la Fiscalía solicitó audiencia para prorrogar la medida a fin de presentar la acusación y definir la causa a través de un juicio oral y público. La audiencia de prórroga será el martes 7 de noviembre al mediodía, y será presidida por el juez Pablo Spekuljak.

Las manchas de sangre

Entre las evidencias que la fiscal Gioria colectó en la investigación y ventiló en las audiencias, la que mayor peso tuvo fue una prueba de ADN que conectó a la imputada con el hecho. Se trata de un cotejo una muestra de sangre que fue encontrada en una bicicleta que estaba en la casa de Seniquel, la cual fue allanada cuatro días después del homicidio de Díaz. En esa bicicleta, los miembros de la AIC detectaron que el pedal izquierdo tenías rastros compatibles con sangre por lo que tomaron muestras y luego las cotejaron con la sangre de la víctima. El resultado confirmó en un cien por ciento que dichos rastros eran de la víctima.

Según indicó la fiscal, el crimen sucedió entre las 12 de la noche y las 3 de la madrugada del 25 de septiembre. El mismo fue cometido con un elemento corto punzante que fue asestado en la zona derecha del cuello. Producto de ese ataque, Díaz quedó tirado boca arriba en la zona del comedor de la vivienda, la cual tuvo un principio de incendio tras el homicidio. El cadáver fue trasladado a la morgue judicial en donde el Cuerpo Médico Forense determinó también que Díaz presentaba una lesión en la zona del ante brazo izquierdo por lo que se evidencia que trató de defenderse.

De las evidencias que posicionaron a Seniquel en la vivienda de Díaz se desprende que distintos vecinos de la zona dijeron haberla visto pasar por la zona y a bordo de una bicicleta color claro. Esos dichos se potenciaron aún más cuando los investigadores encontraron el registro de una cámara privada de una vivienda que pudo captar cuando una mujer, de fisonomía similar a la de la acusada, pasó por Roverano al 2400 a las 2.23, muy cerca de la casa en donde ocurrió el asesinato.

Una mujer violenta

Según la investigación, el móvil del crimen tiene un trasfondo vinculado a constantes actos de violencia y acoso que ejerció la imputada con la víctima. Es que ambos mantuvieron una relación de cuatro años de pareja, pero unas semanas antes al crimen, Díaz cortó relación. Esa situación, según indicaron testigos que declararon durante la investigación, hizo que Seniquel comenzara a realizar un permanente acoso contra Díaz. De hecho, en reiteradas oportunidades se presentaba en su casa y lo agredía.

“Ella le mandaba (mensajes) que si no estaba con ella no iba a estar con nadie”, declaró al respecto un amigo de la víctima que forma parte del legajo judicial que encabeza la fiscal Gioria. “Ella amenazaba con matarlo si la dejaba”, explicó otra testigo que también prestó declaración. “Lo golpeaba siempre”, agregó otro testigo. Tal era el acoso que hacía la mujer que, en base a lo que dijeron otras personas, se develó en la audiencia que Seniquel constantemente le mandaba mensaje a los compañeros de trabajo de Díaz para confirmar si su pareja se había presentado a trabajar.

Fuente: Aire de Santa Fe