Silvia Parra, madre de Franco Rolón, en diálogo exclusivo con nuestro medio brindó detalles de la situación por la que atraviesa su familia. “Esta situación nos cambió la vida” admitió Silvia.
Días atrás realizaron un evento –más precisamente venta de pollos- que tuvo por finalidad recaudar fondos para cubrir los gastos que se generan a partir de las circunstancias por la que atraviesa Franco. “Este proceso se va a extender por mucho tiempo, al estar sin trabajo, necesitamos generar recursos” dijo Silvia. “Nuestra vida cambió por completo, no solamente que Franco no puede trabajar en el remis, sino nuestra rutina, principalmente la de Franco, pero a mí también me afectó, incluso a los compañeros de trabajo en la remisería. Todo es distinto” sostuvo Silvia. “De una manera u otra nos afecta, hasta mis compañeros se sienten condicionados por esta situación en forma secundaria, ya no se puede trabajar libremente como antes. En este punto, queremos agradecer a Hernán Escobar (propietario de remises Luján) por todo su apoyo y ayuda. Si no hubiese sido por él, no se hubiese logrado nada de lo que se consiguió. Él, junto a todos los compañeros remiseros, nos brindaron un apoyo incondicional, por lo que estamos muy agradecidos. También a toda la sociedad, creemos que todos dijimos ‘basta de inseguridad’ con el apoyo a Franco es como si se hubiera dicho ‘Acá está el pueblo’ y ‘no nos vamos a dejar bastardear más’”.
Del mismo modo, Silvia se refirió a cómo continuará la causa que involucra a Franco. “El proceso recién comienza y creemos que será muy largo. Con este tema de la pandemia, el proceso se hace más largo aún, se realizarán todas las pericias correspondientes y veremos como resulta todo”.
Mirando hacia el futuro, Silvia adelantó “Nos cambió la vida por completo, Franco no volverá a trabajar en el remís, más allá que les queremos agradecer a todos, nuestra vida no volverá a ser como antes. Un agradecimiento para el estudio de Días Duarte, profesionales de bien, que nos ayudaron en todo”.
También se refirió al hecho ocurrido en Adelina Oeste “siempre digo, ‘por qué no me tocó a mí?’. Yo también soy remisera, y la casualidad del destino, hizo que 15 minutos antes estaba a seis cuadras de ese lugar. Venía de un viajo de Desvío Arijón y pasé a seis cuadras. Sin saber que estaba pasando por esas circunstancias. En mi caso, sigo trabajando pero solamente con pedidos y con muchísimo miedo. El tema de inseguridad acobarda a todos y la sociedad dijo basta”.