Esta semana la Policía Civil de Santa Maria en Brasil dio por concluida la investigación y acusó ante el Poder Judicial de manera formal a Ángel Gabriel Rolón de intento de homicidio triplemente calificado por “feminicidio, medio cruel y circunstancia que imposibilitó la defensa de la víctima (estaba dormida al momento de ser quemada)”. En este sentido, la delegada responsable del caso, Debora Dias, dio a conocer que el santafesino ya tenía antecedentes policiales en Brasil. Ángel llegó a ser acusado de intento de homicidio en Río de Janeiro, en 2008, pero la denuncia fue atenuada para lesión corporal grave y el crimen prescribió.

Rolón continúa preso en Santa Maria desde el 28 de noviembre cuando fue capturado en la ciudad de Calendaria donde se encontraba prófugo. Seguirá alojado allí hasta que comience el juicio. La fecha aún no se dio a conocer. Al momento en que la foto de Rolón se viralizó en las redes sociales para dar con su paradero, la familia relató que se enteraron “que estuvo preso por pegarle con un machete a una chica y otra nos contó que fue violada por él acá en la ciudad”.

Los hechos

En la madrugada del 7 de noviembre, Bernarda Licitra Massolo, de 20 años, dormía en la esquina de las avenidas Fernando Ferrari y Nuestra Señora Medianera, Santa Maria, cuando Rolón le tiró líquido combustible en su cuerpo al grito de “te voy a matar” y la incendió.  Bernarda fue socorrida por personas que pasaban por el lugar y quedó internada en el Hospital Universitario de Santa María (Husm) con casi el 60 por ciento del cuerpo quemado. El 2 de diciembre llegó a Santa Fe, y se encuentra mejorando en el hospital Cullen rodeada de su familia.

Femicidio en Brasil

La figura de femicidio fue incluído en el Código Penal brasilero en 2015 a través de la ley 13.104. Considera que una mujer es asesinada por cuestiones de género cuando el crimen involucra violencia doméstica y familiar, o menosprecio y discriminación contra su condición de mujer. También establece el feminicidio como un agravante del crimen de homicidio. La pena puede variar entre 12 y 30 años de prisión. Además, si una mujer es asesinada estando embarazada, o enfrente de sus hijos u otros familiares, la pena aumenta un tercio. Lo mismo si la víctima es una mujer menor de 14 años, mayor de 60, o con deficiencia. Ya en 2006, Brasil aprobó la ley “Maria da Penha”, con penas más duras por violencia doméstica y coloca el asunto bajo responsabilidad del Estado. La norma fue apodada en homenaje a una bioquímica que luchó durante años para que su marido fuese condenado por intentar asesinarla dos veces y por haberla dejado parapléjica.

Fuente: UNO Santa Fe.