Mientras los indicadores continúan con buena evolución, los dueños de salones de eventos esperan luz verde para un protocolo que contempla el baile en burbujas dentro de la organización de fiestas. El ministro de Trabajo de la provincia, Juan Manuel Pusineri, afirmó recientemente que planean “avanzar en una prueba piloto con intervención de las autoridades sanitarias”.  El objetivo es evaluar el funcionamiento de la propuesta de este sector empresario, el cual pudo reabrir hace un mes con la condición expresa de que no se usen las pistas para disfrutar de la música ni se permita la circulación de personas entre los sectores en uso.

Las cámaras que agrupan a los boliches y salones de fiesta de Rosario, aún aguardan la fecha y lugar a confirmar de la prueba piloto. Anticiparon, sin embargo, que lo recaudado por la entrada, que será paga, se destinará a una “acción social”, posiblemente al hospital de Niños Zona Norte.  Aclararon que los voluntarios serán seleccionados entre las cámaras para un mejor seguimiento. A todos se les pedirá un test negativo realizado entre 48 y 72 horas y se les repetirá la prueba una semana después para medir el impacto. En paralelo, en la capital provincial esperan llevar a cabo igual simulación y así establecer su seguridad desde el punto de vista epidemiológico.

Pusineri recordó que vienen trabajando desde el año pasado con los representantes de los dueños de salones en busca de alternativas que les permitan sostener el negocio. Además de acordar formatos y protocolos, destacó que el Ejecutivo sostuvo los esquemas de asistencia económica paliar la crisis que se agravó con la llegada del COVID-19 en marzo de 2020. La mirada de la cartera laboral no es la única en juego para definir si las burbujas son viables para moverse al ritmo de la música. De momento, en los eventos sólo se puede usar el 50% de la capacidad habilitada.

Según el decreto provincial 1.220, las fiestas deben realizarse “sin actividades que signifiquen baile u otras que impliquen circulación de los asistentes entre las mesas o ubicaciones dispuestas”. Además de las medidas de desinfección y el uso de barbijo, el protocolo establece que los salones deben disponer de dos metros cuadrados de espacio circulable por persona. Los dueños quieren que se establezca además un sector específico para cada mesa. Sin embargo, el ministro de Trabajo de Santa Fe advirtió: “La instancia del baile desde el punto de vista sanitario es muy compleja. En el mundo podemos ver que es así”.

Fuente: Sin Mordaza